Hoy el día está triste, como todos nosotros, porque tú te has marchado para siempre. Después de tantos años luchando como una jabata y que en esa lucha siempre salías vencedora, ha llegado el día que ha podido contigo. Mari Carmen siempre estarás en mi corazón y recordaré los buenos momentos que hemos vivido juntas, compartiendo tantas cosas, hablando de nuestros nietos...