Desde niña siempre he oido que los funcionarios eran una especie de trabajadores privilegiados, que ganaban mucho y trabajaban poco, casi nunca nadie habla bien del trabajo que desarrollan.
Hace 16 años y después de pasar las correspondientes oposiciones, por cierto nada fáciles, pasé a formar parte de esta plantilla de privilegiados según el decir popular y por supuesto que mi idea cambió totalmente de lo que tenía entendido.
Cualquier funcionario esté en la Administración que esté es un buen trabajador al servicio público, escuchando a la persona a la que atiendes con interés aunque no puedas ofrecerle una respuesta en el momento con el consiguiente enfado porque parece que no le haces caso.
Hace un par de años nos bajaron el sueldo por aquello de la crisis, están prohibidas las nuevas contrataciones aunque las plantillas estén bajo mínimos, los que estamos debemos hacer también el trabajo de los que faltan, nos han aumentado la jornada laboral y no contentos con ello, ahora nos quitan la paga extraordinaria de Navidad. Alguien puede decirme que privilegios tenemos los funcionarios, actualmente somos los trabajadores más vapuleados y además tenemos que dar gracias por tener trabajo.
Que Dios nos coja confesados.